En la decoracion infantil y juvenil quedó atrás la época en la que las opciones y estilos a la hora de decorar estaban contados. Y es que es una gozada que podamos contar con tendencias que, aunque inicialmente parecían relegadas a decoraciones industriales o vintage, tienen muy buena cabida en los dormitorios de nuestros peques si se sabe hacer una buena combinación de ellos en tonos más suaves y neutros.
Ese es el caso del capitoné, un estilo o tendencia de auge en los años 60 y 70, sobre todo en los sofás conocidos como Chester, pero que desde hace un tiempo volvemos a encontrarnos en multitud de proyectos de todo tipo totalmente renovado.
Capitoné: La palabra procede procede del francés capitonné, participio de capitonner, acolchar, tapizar. Es dicho especialmente de un asiento o de un respaldo acolchado de manera que el relleno sujeto con botones forma dibujos regulares en relieve. Otro significado de capitoné en el diccionario es también vehículo, generalmente con el interior acolchado, que se utiliza para transportar muebles.
¿Os acordais de la habitación infantil malva que os enseñábamos hace unos días en el blog?. Como veis hay muchas similitudes, el papel de letras de la pared, aunque en otros tonos, los modelos de los cojines de la cama, o la butaca antigua, herencia familiar retapizada también en capitoné. Y es que ambos dormitorios infantiles están en la misma vivienda. Ana, nuestra clienta, quería que en los dormitorios de sus dos hijas se respirara la misma idea, solo que en este caso, en vez de un cabecero blanco de madera, optamos por tapizar con capitoné un cabecero en un gris suave que se convierte en el protagonista de este dormitorio.
Para contrastarlo un poco y que el resultado no fuera tan serio los botones se pusieron rosa y creo que fue un acierto por que la combinación queda perfecta.
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