La vida a veces te sorprende Daniella… Y te regala desde un día de lluvia que deja salir de nuevo al sol, a un día lleno de lagrimas que logran limpiarte los ojos para que veas las cosas de diferente manera.
Otras, Daniella, la vida te regala a personas. Con unas decidirás tomarte un café, con otras saludarte de vez en cuando. Con otras querrás ir de vacaciones, a otras las harás confidente de tus sueños o tus secretos… Y con otras…con otras simplemente decidirás compartir cada segundo del resto de tu vida.
Yo tuve suerte, Ella, mucha suerte… Por que la vida además de cruzarme en el camino a la mejor persona que conozco, también hizo que quisiera compartir su vida conmigo. Y entonces también empezó tu suerte, por que esa persona se convirtió en tu padre.
Todos los padres adoran a sus hijos, pero cada uno lo hace a su manera. La suya es tan bonita…
Te contaré como era su cara la primera vez que te cogió en brazos, o como eran sus lagrimas cuando te tuvo que llevar al hospital y yo no pude acompañarte. Te contaré como juega contigo a todas horas hasta el punto de desesperarme, como intenta sorprenderme cuando te viste para que vayas mejor que si lo hubiera hecho yo, o la anécdota de cómo se ha hecho experto en pures hasta el punto de aparecer con la termomix en el coche unas vacaciones. Te contare como rie, como no duerme, como arriesga, como apuesta, como no se rinde, como se sacrifica, como te protege, como ha construido un mundo por y para ti desde que estas en nuestras vidas.
La vida a veces te regala cosas así; que la vida de alguien tenga sentido desde que tu corazón empieza a latir, y que el latido de un corazón solo tenga sentido si esta cerca del tuyo. Así que disfruta de cada risa, de cada beso, de